POR LO MENOS LAS QUE A UNO LE VIENEN MAS RAPIDO A LA MEMORIA
1970 – Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino (Brasil): Para muchos, el mejor equipo de todos los tiempos. El técnico Mario Zagallo apostó por el ataque y puso a cinco números “10” para llegar al arco rival. La audacia pagó dividendos: Brasil fue campeón goleando 4-1 a Italia en la final y mostró un fútbol del más alto nivel, logrando algo muy difícil de superar.
1974 – “La Naranja Mecánica” (Holanda): Con Johan Cruyff como máxima estrella y Neeskens, Rep, Resenbrink, Jansen y Haan acompañando, el conjunto del genial DT Rinus Michels jugó a toda orquesta e inventó el “fútbol total”. Todos defendían y todos atacaban en el mejor equipo de un Mundial que, curiosamente, terminó en otras manos: la del local Alemania.
1986 – Maradona y Valdano (Argentina): Un Diego excepcional arrancando desde más atrás pero con llegada al arco rival (cinco tantos en el torneo) se complementó a la perfección con un punta de la jerarquía de Valdano, quien fue decisivo en la primera fase del Mundial de México con tres conquistas. El cuarto gol del delantero llegó en la final ante Alemania, con una exquisita definición ante el achique del arquero Schumacher.
1990 – Klinsmann y Völler (Alemania): El poderoso equipo alemán que dirigía Franz Beckenbauer contaba con una temible dupla de ataque. Jürgen Klinsmann y Rudi Völler eran compañeros en el Inter italiano y se conocían de memoria. Völler desequilibraba por potencia mientras que el rubio centrodelantero tenía muy buen juego aéreo y era muy preciso a la hora de definir. Entre los dos convirtieron seis goles en la Copa del Mundo de Italia.
1994 – Romario y Bebeto (Brasil): Dos jugadores de gran inteligencia y excelente técnica le dieron una importante cuota de gol a la selección brasileña que se consagró campeona en Estados Unidos `94. El escurridizo Romario marcó cinco tantos y fue muy bien acompañado por un gran definidor como Bebeto, autor de tres conquistas para el equipo de Parreira.
2002 – Rivaldo y Ronaldo (Brasil): En un Brasil que fue de menor a mayor en la Copa del Mundo de Japón y Corea del Sur, Rivaldo fue decisivo manejando la pelota de tres cuartos de cancha hacia delante pero también anotando (cinco goles). Arriba, Ronaldo se volvió imparable para las defensas rivales y, con ocho tantos, se consagró goleador del Mundial.
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